lunes, 19 de enero de 2009

Tipología de los burócratas


El burócrata brocha: es aquel que siempre se hace el desentendido, el que no se compromete en ni mierda, el que mete la cabeza dentro de un agujero, el que olisquea y si hiede huye como un cobarde. Quiere pasar inadvertido y no le gusta caminar por aguas procelosas. Salvanos Dios de trabajar con uno de ellos, porque al primer trancazo es capaz de traicionarte como un Judas. Busca a quien endosarle el trabajo para seguirla de puro pelex. Y mientras tanto los demás bien jodidos.

El burócrata dictador: son aquellos que cuando les consultás cualquier cosa en la ventanilla te mandan a hacer cola, y si te adelantás a darle los formularios te dice que él te dirá cuando se los dés. Después de horas de cola llegás a la ventanilla y lo primero que enfrentás es una cara de pocos amigos, y se te ocurre que mejor hubieras echo la otra cola, la más larga para no enfrentarte con este burócrata que parece en estado de extinción, sin embargo, te dás cuenta que no hay de otra y por lo tanto tenés que aguantar tanta impertinencia y soberbia.

Mandamás y todo de repente se le ocurre avisarle al policía que cuida el edificio público que ordene la cola y que haga dos, y que a vos te toca la otra ventanilla y no esa en donde te entretuvo por más de media hora. Estás a punto de gritar y pedirle a la multitud que te ayude a lincharlo, pero el hábil burocrata ya se ha cambiado de ventanilla. Algunos se atreven a insultarlo y el burócrata simplemente cierra la ventanilla con prepotencia y se va. Más tarde en tu nueva cola, te dás cuenta que el susodicho se anda paseando delante de vos, tomándose una taza de café humeante y vos guardandote la bilis que si te vieras en un espejo pensarías que estás más verde que Hulk.

El burócrata lameculos: este es el peor de todos, y lo encontrarás bajo diferentes nombres, lamebotas, chupapenes, arrastrado, lagartija, culebra, servil, etcétera. Siempre tirándose a los pies del "jefe" y como buen servil, sirviendo de alfombra para que el jefe no se lastime los pies por donde vaya. Lo importante es quedar bien con él, aunque a veces lo humille delante de todos y le diga que no sirve para nada, que no vale ni mierda como persona ni como servidor público. Y aunque a veces prometa que ya no le servirá, regresará como vil perro moviendo la cola y lamiéndole los pies, para que lo perdone. El lameculos se sitúa en la escala social más ruin de esta tipología del burócrata guatemalteco. ¡Ah! y para chillar a cualquier compañero o compañera se presta, sin que lo llamen ni le pregunten.

El burócrata sindicalista:este se pasa las 24 horas del día defendiendo sus derechos y amenaza con irse a la huelga si no le hacen caso. Lamentablemente dentro de ese conglomerado se han infiltrado un montón que sólo buscan llevar agua a su molino y utilizan de excusa la libertad sindical y el respeto a los derechos humanos como excusa para hacer lo que les viene en gana o no hacer nada.

El burócrata de corbata blanca: es aquel que es amigo hasta de la Sandra de Colóm y que puede conectarte a un buen chance. Cuelludo como sólo él te promete que pronto te ubicará en un puesto desde el cual ascenderás al paraíso de la burocracia. Es amigo de todos los funcionarios, viste de saco y corbata y zapatos de tacón desgastado. Viéndole los pantalones, brillosos de tanta plancha, te preguntás cómo es que él no esté disfrutando de las mieles del poder si hasta amigo de Espada es.

El burocrata de a web: este es el más moderno. Te habla de chat, e-mails, blogs, blackberry, y no se que más mierdas de la tecnología del siglo XXI. La onda es comunicarse, con cualquier parte del mundo y conquien sea, no importa sí es aquí mismo en el trabajo o allá en la China. Lo malo de este burócrata es que sólo le importa el internet, el chat, el correo electrónico, las cadenas cursis power point, y un montón de cosas más, que si te detienes a observar su computadora, notarás que cada diez minutos está cambiando de descansador de pantalla, y por si fuera poco esa pantalla está saturada de gadgets aunque no sepa para qué putas son, o que utilidad darles, la cosa es impresionar a la mara con este desmadre de tecnología. De conciencia mejor no hablar, y puede confundirte con su amabilidad para mostrarte el dominio que tiene de todo lo in.


Pareciera confundirse con el verdadero burócrata de a web-o, esos somos nosotros, los que escribimos esta página y poco a poco nos estarán conociendo. Ustedes dirán como somos nosotros.

Faltan muchos por describir, pero si seguimos nunca terminaríamos, lo que sí les aseguramos que también existen los buenos burócratas pese a quien le pese, le duela a quien le duela. No hablamos mal de nadie, simplemente reconocemos que así como en la paz como en la guerra, y en esta fauna global asentada en este planeta denominado Tierra, existe una gama de colores que paquete cuetes.

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